ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

viernes, 4 de julio de 2025

LA VOZ DEL TIEMPO

 


El valor del "Tiempo" obra de la artista ucraniana Tania Vasilenko






LA VOZ DEL TIEMPO

                                   

La voz del tiempo se siente

a mis espaldas. A momentos parece

rozarme, pellizcarme el ánimo,

dislocarme atrevida el alma sin dejar

aparente dolor ni desazón ni amargura.

 

No sé si certera, errada o furtiva,

pero con una ofrenda floral y un cantar

de alargadas huellas profundas.

Setenta años. Esas huellas del ayer

se confunden arrítmicas con los posos

meritorios del sentimiento de hoy.

 

El olvido barrió la bruma de tus ojos,

donde se pierde la materia

y la memoria nos hace eternos.

 

Pronto en tu rostro, amor,

estallará vigorosa la primavera.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo      





ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE POESÍA

 


Colores como palabras que forman poemas en la obra de Joan Miró





ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE POESÍA 

 

Siendo adolescente, entre trece y catorce años, intenté escribir poemas que hablaran de la soledad y del amor, poemas que no llegaron a satisfacerme pero que fueron germen de una vocación que me ha acompañado toda la vida. Aquel comienzo respondió a una necesidad vital, a la búsqueda genuina de mi identidad más sensible. El sol, la lluvia, los prados, la naturaleza, las montañas de la Cantabria palentina, hicieron posible la sensibilidad y el impulso de plasmarla bien en versos, bien en dibujos y pinturas. La lluvia, frecuente en la zona, fue la gran catalizadora de esas emociones. La sentía y veía tras la ventana de la casa con gran revuelo en el corazón. Musa inspiradora, fue incorporada como inspiración, y en muchos de los poemas algo sustancial. El agua y sus atributos vehiculizando contenidos, trasformaron  mi escritura. Las tormentas con sus atronadores ruidos y luego los prolongados silencios o la armoniosa música de fondo, fueron haciéndolo posible. Huir de la estridencia, solucionar las contrariedades, equilibrar el fondo en pulsión constante, en atenta mirada a la vida con su dulce tremolar de luces y alas.

Un poeta atento y a la vez distraído, es un oxímoron originando nuevos sentidos y voces a sus letras. Lo que llamamos inspiración,  foco de luz,  primigenia imagen, es la punta del ovillo por donde ha de tirar para desmadejar la idea entrando en el laberinto de las emociones; el motor sería la cuerda tensa, la atención flotante sobre las cosas del mundo que persigue desbordándose, sea abstraído o no. La escritura del poema tiene tiempos o tempos. Un tiempo inicial que comienza cuando la cuerda adquiere tensión y la inspiración nos acerca a la primera idea con que modelar el resto de la obra; otro momento sería el cuidado del material, la revisión y corrección, el ejercer con ternura lo que llamamos oficio hasta dar en el blanco o acercarse a él  concretizando, en lo posible, la matizada flexibilidad  del poema.

 

Barcelona, febrero del 2025


© Teo Revilla Bravo