Retrato de de Rainer María Rilke por Lautir, artista que vive y trabaja en Milán.
LA TAREA DEL POETA
Podríamos decir que la poesía es la entraña de la luz, lo más sensible y alborotado que el hombre siente ante el asombro de la vida, la medida justa de su profundo misterio. Al sentirla, escribirla o leerla, notamos plano a plano cómo se va desarrollando y revelando parte de ese misterio. Cada aspecto de la realidad nos influye, nos amiga con la sensibilidad, nos anima a interpretarla y transformarla a través de la palabra. La poesía es un arma “cargada de futuro”, que dijera Celaya, la máxima expresión para indagar sobre la vida, sus fases, sus problemas, todo aquello que liga a los hombres con el gran enigma existencial. A través de la poesía creamos lazos de solidaridad y amistad, conformando la idea de igualdad que debe regir entre los seres humanos.
Al escribir, el poeta sabe que tiene en sus manos la mejor manera de poder apreciarla y compartirla, que estará junto a otros lectores que concretizarán y socializarán la labor, aun considerando que el término socializar (pensar que la poesía es un arma cargada de futuro) es para muchos críticos literarios pura ingenuidad. La poesía por desgracia no evita el hambre, la injusticia, la corrupción, la guerra, pero al igual que el resto de formas artísticas cumple su destino social. La cultura, la poesía, el arte, han nacido de la necesidad humana de libertad, de rebelión y mejora. Donde hay arte sabemos que hay un testimonio del espíritu humano manifestándose, prueba del ademán impulsor y rebelde del hombre.
Le preguntaron en una ocasión a Borges para qué servía la poesía, y el escritor, con esa inteligencia tan vivaz que le caracterizaba, respondió sin pensarlo: “¿Y para qué sirven los amaneceres?” La poesía no tiene consecuencias económicas prácticas. Con la poesía no se gana uno la vida ni puede hacer carrera social. Es otra historia, sirve para ganarnos el alma dando sentido real a nuestros valores como personas, es lo que la ilumina, aquello que produce el hechizo que nos acerca a los mejores sueños y nos aleja de las peores pesadillas. El poeta ha de tener empeño en su ilusión creativa, ha de vigilar lo que ocurre dentro de sí y lo que le ocurre fuera en ineludible insomnio mientras otros duermen, para preservar (alejado de fanatismos, ideologías, nacionalismos o poderes que ponen barreras entre los hombres) el misterio, la templanza, lo evidente solidario y bello, la convivencia, la justicia, la paz, el equilibrio, la ternura y bondad, el instinto noble ante lo desconocido, la percepción de lo futurible necesario, la misma muerte.
La poesía soporta y da naturaleza a la vida. Es su motor. Entendiéndolo de esa manera sabremos que el espíritu del poeta es saber adaptarse a la función de vivir, así como a las necesidades humanas que ha de colorear, como todo artista, dándole luz mediante el engarce de su imaginación. Según Shelley, la poesía es “El centro y la circunferencia del conocimiento, pues comprende todas las ciencias y todas a ella se debe referir”, apuntalando –alquimia de la virtud, faro del portento– el sueño más hermoso del hombre.
Barcelona. Junio. 2015.
©Teo Revilla Bravo.
Qué hermosa reflexión sobre "la tarea del poeta". Poesía toda ella de principio a fin. Una gozada leerla, Teo. Gracias por haberla recuperado para solaz de tus lectores de hoy.
ResponderEliminarY me ha encantado la respuesta de Borges :-)
Un abrazo y feliz noche de Reyes!
Muchas gracias por regalarnos tan intensa y bella reflexión. Besos
ResponderEliminarLa poesía siempre nos da tanto. Te mando un beso.
ResponderEliminarLa poesia rappresenta un rifugio dell'anima, e anche se talvolta sfiorisce l'ispirazione...torna quando meno la cerchiamo.
ResponderEliminarUn caro saluto
Buen día amigo, sin restar un ápice de tu encendida disertación sobre la poesía, de la que eres excelente estandarte, diré...
ResponderEliminarAnte un "rosado" catalán o "tinto" de la Montaña, sentados ambos frente a frente, Teo, intentaré señalar que la poesía es! Pero el misterio de la vida es otro! El enigma existencial es un simple despertar! ¡Simple! Pero alcanzarlo puede llevar vidas de existencia!
"El poeta ha de tener empeño en su ilusión creativa, ha de vigilar lo que ocurre dentro de sí y lo que le ocurre fuera en ineludible insomnio mientras otros duermen,..."
Loable empeño, amigo Teo, pero la pregunta es, ¿sólo los otros duermen?
Observo que el texto lleva fecha de 2015. Y no creo que el paso del tiempo hubiese mermado el entusiasmo que el mismo rezuma.
Un placer siempre compartir tus letras.
Fuerte abrazo, amigo.
Mi querido Teo, como siempre lo
ResponderEliminardijieste de una forma bellisima,
y muy a tu estilo, me encanto,
que viva la Poesía.
Besitos dulces
Siby
Estimado Teo, en este relato descriptivo de la poesía das la circular encomienda que ha de tener ese delicado acontecer descriptivo de la vida, cuando se vive, en toda su extensión y se percibe ese catalizador que la pone de manifiesto. Gracias por este hallazgo de justicia creativa. ! Feliz año ¡
ResponderEliminarUn abrazo
Interesante la explicación de la tarea del poeta, nada fácil y muy bien llevada.
ResponderEliminarUn beso enorme.