ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

lunes, 7 de octubre de 2024

VERSE EN OTRA.

 



"Anciano afligido (en las puertas de la eternidad)"  Obra de Vincent Van Gogh.






VERSE EN OTRA.

 

Estoy ante un momento especial de la vida. Algo asustado ante los desequilibrios que bloquean poco a poco el cuerpo llenándolo de pequeñas incomodidades, pero enamorado de ese jirón de existencia que aún queda como flor que se resiste a marchitarse y morir.

Es posible que acabe llegando poco a poco una larga marea de olvidos, desconciertos y desánimos, a la larga de total inconsciencia e imposible toma de conocimiento de lo que esté sucediendo.

En ese hipotético caso olvidaré nombres de calles y ciudades, de mares, ríos y montañas, los números de teléfono retenidos, quién he sido y sigo siendo, qué he hecho y haré; no recordaré los amores ni los amigos que tuve, la familia, las gentes que con agrado traté, los libros leídos, los frutos artísticos que poco a poco maduré. Todo será pasto del olvido. Como me gusta escribir, temblará el boli con el que aún quiera seguir anotando aspectos trascendentales en el cuaderno de contar la vida, como lo hará el libro entre las manos mientras quiera seguir leyendo aunque no me entere de nada, el pincel ante la tela de pintar, los dedos ante las teclas del piano o el tenedor a la hora de comer, pensando si puedo pensar que estoy ante algún desarreglo neurológico por culpa de los ataques que regala la vejez, pues llega un momento que se cierra la mente y se niega a regir.

Llegará un día en que despertaré por la mañana y no reconoceré el cuarto en el que pasé la noche: estaré entonces ante una situación bien distinta fuera de casa, necesitado de atención en un centro especializado.

Ojalá acabe siendo un viejto feliz con o sin Alzheimer. De los que no se enteran de nada y nada esperan. Con cambios de humor, imprecisas miradas y risas dirigidas a todos los lados y a ninguna parte, habiéndole desaparecido los sustantivos más simples y el lenguaje más común con que pronunciarse, al igual que el equilibrio, el control motor del cuerpo y la autonomía del sistema nervioso tan necesario. Seré un viejto feliz, sí, caído en la absoluta inconsciencia, antesala del lógico final. Cuando ese momento llegue, amigos, si no llega antes, habrá que verse en otra. 

A saber dónde. Quizás en el  mundo alternativo del todo y del jamás de donde vinimos.

 

Barcelona, septiembre del 2024.


             ARTE Y POESÍA III                                                                         

©Teo Revilla Bravo





8 comentarios:

  1. Teo, querido amigo, ¡estoy conmovida!
    Me quedo con mis lágrimas incipientes pero ardientes...
    Una buena semana. Gran abrazo.
    ~~~~

    ResponderEliminar
  2. Siempre intentando ver lo bueno en lo aparente malo o triste, pienso que, si eso sucede, volvemos a ser como de nenes o niños pequeños, en que no tenemos pasado, preocupaciones ni prejuicios. En tal caso nos quedará disfrutar en instante, lo que hay, lo simple de una mañana de primavera y lo místico de una tarde de lluvia. Asistidos por personas amables y cariñosas que nos cuiden, nos tocará despedirnos así de esta vida, poco a poco, y, por supuesto, encontrarnos en el todo y el jamás que tan acertadamente expresas. He visto el proceso de mi madre quien exprime al máximo los momentos que le brindan felicidad. Al menos a sus hijos aun nos reconoce, pero sé que llegará el día en que no será así, y entonces será el latido de su corazón el que marque sus reacciones, lo sé, ya que el amor lo es todo, incluso en esos estados de la memoria. Te mando un fuerte abrazo querido amigo, y, a la distancia pero muy cercana, bendigo tus pasos, tus decisiones y tu corazón de poeta.

    P A T Y

    ResponderEliminar
  3. Teo, hoy me has hecho latir en cada palabra y cada frase. Ese pensamiento que a veces no nos atrevemos a hacerlo visible como tú has hecho. Esas preguntas que todos los días nos hacemos, cuando observamos los dedos torcidos por la artrosis, las rodillas perezosas que se niegan a llevarnos a lugar deseado y tantas y tantas cosas y pensamientos, que son los que ya nos acosan y nos asustan. Te agradezco la valentía, no te puedes imaginar que identificada me siento con todo lo que nos compartes!!!
    Esperemos que todavía podamos leernos por mucho tiempo y aunque un poco cascarrabias, tengamos la valentía de admitir el paso del tiempo, con buen humor.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  4. Es un miedo que comparto Es duro ver como vamos envejeciendo y a veces nos sentimos perdidos. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  5. Escribiendo así alejas todos los males, amigo, escribe cada vez más, escribe y mira y detecta e imagina y siente... y si te queda tiempo sigue escribiendo tus versos y prosa poética así uno aprende...
    Abrazo de corazón!!

    ResponderEliminar
  6. Un abrazo bien fuerte, es increíble cómo escribes.

    ResponderEliminar
  7. Querido amigo, me emocionó leerte, y estoy segura que serás un viejito feliz, mimado por tus seres queridos, sigue escribiendo para mantener la mente trabajando y no se oxide.
    Siempre admiré tu forma de escribir, y soy egoísta, quiero seguir leyéndote por mucho tiempo más.
    Abrazos y besitos, se te quiere mucho

    ResponderEliminar
  8. Pues Teo, sigue escribiendo y sigue escribiendo y sigue escribiendo, para asegurarte de que, por lo menos, a tus dedos nunca les dé Alzheimer. ¿Quién sabe si, a falta de una boca que no sabe articular un recuerdo, las yemas de los dedos, de tanto saberse las historias habidas (y por haber) agudizan su memoria? Va un abrazo.

    ResponderEliminar