ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

domingo, 25 de mayo de 2025

PRESENTE Y PASADO


"Pasado y presente - Ettore e Andromaca. Obra de Giorgio de Chirico, 1916 



 

PRESENTE Y PASADO

 

Miro en mi interior y puedo ver las cosas que dejé, las que quedaron guardadas como recuerdos (no como añoranzas), sentimientos en presente que van conmigo arropándome doquiera que voy. Me pertenecen, les pertenezco. No deseo regresar a ningún pasado radiante y espléndido en busca de paraísos perdidos; no es eso; sí, quizás, saber algo de quién fui, soy, y posiblemente siga siendo.  Pues si regreso de algún modo al pasado es porque busco en él algo que favorezca el futuro posible y ayude a entenderlo, no para añorar momentos concretos sentidos como maravillosos. Asumo lo vivido, sigue conmigo, pero no escudriño en mi interior para reavivar nada de ello sino para  enlazarlo con el presente en fructífera continuidad.

Pasado y presente me ayudan y obligan a seguir; están en mí; representan lo que soy y seguiré siendo en la cabeza, en el corazón, en la vibración del aire que respire hasta el desarropamiento y el total vacío. 


Barcelona, enero del 2025
© Teo Revilla Bravo    





domingo, 18 de mayo de 2025

VERDE EL PRADO



"Amapolas en el valle de Santullán" 2002, óleo de mi autoría. 






VERDE EL PRADO

 

Qué verde el prado renovada la sombra

en sus lindes, regalo del arbolado a través

de las hojas nuevas que, dichosas y etéreas

abanicadas deliciosamente por el aire,

reclaman sonrientes su espacio.    

 

Silencio. Remembranzas de irresistible 

eternidad. Pájaros suspensos como luces 

diseminadas en áulico encanto.

 

La primavera saluda con vitales silbos, 

y el tiempo, —limbo, mito, luna, sol—

sempiterno en instantes que auguran paz,

siembra ecos de perpetuidad.

 

Se fueron las brumas mañaneras.

El prado es una marea verde revolviéndose 

incesante entre fuentes, arroyos y riberas,

entre florales colinas y mirlos de ensueño .

 

Grato instante. Alada soledad. Metáfora muda.

Templanza del valle santullano.

 

Siento sujeto de algún éter pletórico de fe, 

el corazón latir en afán de plenitud y sustancial 

entendimiento entre hombre y natura.

 

Jardines de fantasía:

                            la vida,

rigodón de ensueño, 

se ensalma en armónico delirio.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo      



 


viernes, 9 de mayo de 2025

LA MELANCOLÍA


"Melancolía", obra de Edvard Munch





LA MELANCOLÍA


 

 “Un grano de verdad basta a veces para sostener una vida” María Zambrano.

 


 

 Afirmaba el escritor francés Víctor Hugo, que “La melancolía es la felicidad de estar triste”. De esa idea beben los textos de muchos poetas y escritores, demostrando que la melancolía y la memoria viajan al unísono de la mano. Sin el presente retenido, si se nos va la evocación de lo vivido confundido entre las nieblas olvidadizas de los días, la melancolía y la memoria pierden su sentido. Si nos falla el idioma, la belleza de sus palabras y el ansia de transformarlas en sentimientos relevantes donde acunar y retener los sentimientos, la vida se convierte en campo yermo. Sin lo platónico que aportan los sentidos como cómplices nuestros, sin amigos y personas afines, sin la música cuando entona la mejor canción llegada desde el pasado irremediablemente ido pero aún nuestro, nos invade la amargura de los temores y del envejecimiento: la felicidad parece escaparse para no volver, conquistando la tristeza nuestras almas.


Hacer del mundo algo propio es necesario aunque duela cada reflexión que hagamos, aunque sepamos que funcionamos contra corriente de un tiempo que pasa para ser irremediable olvido.


La melancolía es un arma defensiva porque, se quiera o no, se vive para alguien o algo que pareciera conjeturarse para no dejarnos ser libres de verdad. Hay días en los que al abrir la ventana, con el primer aire fresco del día siente uno la tentación a no seguir viviendo, mezclada con una ensoñación de contornos difusos cercanos al suicidio; es como si la niebla se hubiera instalado en nuestras almas y apretándola nos ahogara sintiendo un desasosiego mezclado de fuerte melancolía, sintiéndola más allá del lugar que ocupamos, de ciudades, campos, mares y montañas, fundidos en un silencio milagroso que se resiste a morir.

 

 

Barcelona, noviembre del 2024 





viernes, 2 de mayo de 2025

APOCALÍPTICA URBE

 

"Torre de la pólvora de Praga", obra del artista barcelonés Miguel Cazaña llagostera




DANTESCA URBE

  

Urbe inhóspita, inhalación

de humaredas metálicas con olor

envolvente; hálito  a hombres

y mujeres desbordados por la calzada

entre cables, sigas, metales,

latones, moles y bloques manejables,

como autómatas en tránsito permanente.

 

Turnos de velocidad y monotonía

durante siete, ocho, diez horas,

en pulsación de lo desagradable

necesario. Tiempo desnortado.

Fatalidad de la armonía.

Rotación viciada, cóncava e invasora,

donde los verdes finalizan en espesos

negros plenarios sin alternativas

ni líneas de escape posibles.

 

Extramuros desolados. Horror

invasor y a la vez fascinante alucinación.

Hipotética locura. reclusión, polución,

difusos cielos, oscuras calimas,

soplidos malolientes; vocerío, giros,

suspiros, lloros; profundas nadas

y densos vahos malolientes emergidos

del oscuro subsuelo de la insana fatalidad.

 

Malaventura: almas dolientes

en el sempiterno infierno de Dante.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo